Seguros de gatos

A partir de los 3 meses de edad, los dueños de un gato pueden contratar un seguro para su mascota y beneficiarse de todas las ventajas que garantizan este tipo de productos. Existe la posibilidad de incluir a estas mascotas en el seguro que tengas contratado para tu hogar, aunque, salvo excepciones, estos sólo suelen contemplar los gastos derivados de daños a terceros. De manera que si prefieres beneficiarte de un producto específicamente diseñado para ellos, la mejor opción es la de recurrir a un seguro para gatos.

No existen obligaciones legales por las que el dueño de un gato tenga que contratar un seguro de Responsabilidad Civil. Los motivos que animan a los propietarios a contratar este tipo de productos son únicamente las ventajas económicas y la tranquilidad que le proporcionan.

¿Existen diferencias entre un seguro de gatos y uno de perros?

Por lo general, este tipo de productos no varía mucho de un animal a otro. Las compañías aseguradoras lo engloban en la categoría de seguros para mascotas y sus prestaciones, salvo en casos muy puntuales, suelen ser prácticamente las mismas.

• Responsabilidad Civil para cubrir los gastos de los daños ocasionados a terceros.
• Costes de asistencia veterinaria requerida por el animal como consecuencia de una enfermedad o accidente.
• Asistencia para mascotas, proporcionando al propietario toda la información necesaria sobre la manera de proceder en determinadas circunstancias.
• Coberturas frente a robo, extravío o fallecimiento, con el abono de las indemnizaciones estipuladas en el contrato.
• Gastos de sacrificio y eliminación del cadáver cuando el animal ha fallecido.
• Servicios adicionales de residencia, recogida o transporte cuando el dueño se va de vacaciones o se encuentra hospitalizado.